Ha habido tres grandes besos en la historia de los premios MTV: el primero, una rareza acartonada; el segundo, criticado y sexualizado; y, el tercero, celebrado y aplaudido. \u00bfHa cambiado la sociedad o es tan solo un espejismo?<\/p>\n\n\n\n
<\/p>\n\n\n\n
El p\u00fablico de los premios MTV VMA lo daba todo mientras, sobre el escenario, el artista puertorrique\u00f1o Bad Bunny cantaba y bailaba el tema\u00a0Tit\u00ed me pregunt\u00f3,\u00a0<\/em>uno de los m\u00faltiples\u00a0hits\u00a0<\/em>de su discoUn verano sin ti.\u00a0<\/em>El cantante se acababa de alzar con el premio al mejor artista del a\u00f1o, convirti\u00e9ndose en el primer cantante de habla no inglesa en ganar dicho galard\u00f3n, pero Bad Bunny estaba a punto de hacer m\u00e1s historia esa noche: hacia el final de la actuaci\u00f3n, rodeado por un coro de bailarines, Bad Bunny bes\u00f3 primero a una bailarina y, acto seguido, tambi\u00e9n a un bailar\u00edn mientras entonaba aquello de: \u201cYo quisiera enamorarme, pero no puedo, pero no puedo\u201d. El p\u00fablico enloqueci\u00f3 al instante, las redes y los medios lo hicieron minutos despu\u00e9s.<\/p>\n\n\n\n Bunny, cuyo verdadero nombre es\u00a0Benito Antonio Mart\u00ednez Ocasio, es de sobra conocido por\u00a0desafiar los roles de g\u00e9nero\u00a0mediante el uso de prendas tanto masculinas como femeninas, por denunciar los problemas de la masculinidad t\u00f3xica y defender causas feministas y por ser un fiel aliado de la comunidad LGTBQ+, pese a asegurar en una entrevista para\u00a0LA Times\u00a0<\/em>que \u201cen estos momentos\u201d se considera un hombre heterosexual. El beso de Bad Bunny sobre el escenario de los MTV VMA ha sido definido como \u201crompedor de estereotipos\u201d y ampliamente celebrado y aplaudido. Pero antes de que Bad Bunny besase a un bailar\u00edn, las c\u00e1maras de la MTV presenciaron otros dos besos igual de ic\u00f3nicos, aunque recibidos de distinta manera.<\/p>\n\n\n\n Para el primero de ellos hay que remontarse a la gala celebrada en 1994 en el Radio City Music Hall de Nueva York, cuando\u00a0Michael Jackson y su entonces reciente esposa, Lisa Marie Presley, fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida a los premios m\u00e1s famosos de la m\u00fasica. Sobre el escenario aparecieron cogidos de la mano, algo nerviosos. Solo habl\u00f3 \u00e9l, puesto que ella ni siquiera llevaba un micr\u00f3fono. Llevaban pocos meses casados y aquella era su primera aparici\u00f3n p\u00fablica. El rey del pop tom\u00f3 la palabra: \u201cHola. Bienvenidos a los premios MTV Video Music Awards. Estoy muy contento de estar aqu\u00ed, aunque muchos pensasen que esto no iba a durar\u201d. El matrimonio dur\u00f3 20 meses. Acto seguido, Michael Jackson se acerc\u00f3 a su esposa y la bes\u00f3: aquel fue un beso acartonado, m\u00e1s parecido a los herm\u00e9ticos besos de las viejas pel\u00edculas de Hollywood que segu\u00edan\u00a0el infame Codigo <\/a>Hays\u00a0<\/a>que al beso que se esperar\u00eda ver en una moderna gala de premios musicales en los noventa. El gesto fue celebrado y, a tenor\u00a0de los comentarios en el v\u00eddeo de YouTube\u00a0del instante, sigue celebr\u00e1ndose como una muestra de romanticismo.<\/p>\n\n\n\n Y sigue celebr\u00e1ndose a pesar de que, a ojos de hoy, es m\u00e1s que nunca evidente la incomodidad de ella, pronunciada a trav\u00e9s de un lenguaje corporal de cabeza gacha, sonrisa inc\u00f3moda y mordedura constante de labios. Lisa Marie Presley parece querer esconderse en todo momento detr\u00e1s de Michael Jackson, como si quisiera desaparecer. M\u00e1s adelante, seg\u00fan declar\u00f3 a Playboy, <\/em>sus palabras confirmaron sus gestos: \u201cNo quer\u00eda que me rozara\u201d. Idea en la que insistir\u00eda en Rolling Stone<\/em> m\u00e1s adelante: \u201cLo mir\u00e9 como diciendo: \u2018Ni se te ocurra acercarte a m\u00ed\u201d.<\/p>\n\n\n\n \u201cEran otros tiempos\u201d,\u00a0parafraseando al productor de Hollywood Harvey Weinstein,\u00a0condenado en marzo de 2020 a 23 a\u00f1os de prisi\u00f3n\u00a0por la Corte Suprema de Nueva York por un delito sexual en primer grado y una violaci\u00f3n. Unos tiempos preMeToo donde se celebraban los mal llamados besos robados y se aplaud\u00edan los grandes gestos rom\u00e1nticos en p\u00fablico, cuando las mujeres carec\u00edan de voz, puesto que ni siquiera les ced\u00edan el micr\u00f3fono. La escena, que hoy ha sido catalogada como uno de los momentos m\u00e1s inc\u00f3modos de la historia de los MTV VMA, en nada se asemeja a la fantas\u00eda de libertad que Bad Bunny puso sobre el escenario, pero fue celebrada con la misma pasi\u00f3n por el p\u00fablico all\u00ed presente.<\/p>\n\n\n\n